UHAB empodera a residentes de ingresos bajos o moderados para que tomen el control de su vivienda y mejoren las comunidades mediante la creación de asociaciones de inquilinos y cooperativas duraderas y accesibles.

Nuestros principios:

Aprendizaje continuo y autoayuda.
Cuando los residentes están informados, pueden dirigir la creación, administración, preservación de su cooperativa de vivienda o abogar por una reforma de la política de vivienda accesible. Su inclusión mejora los vecindarios y transforma vidas. La educación y capacitación continuas son fundamentales para fortalecer las cooperativas de vivienda y las asociaciones de inquilinos.

Control residencial democrático y equidad compartida
El liderazgo transparente y la participación de la mayoría de los residentes – cada uno aportando habilidades y perspectivas únicas – hacen que el gobierno y la organización democrática sean posibles. Este control colectivo ayuda a priorizar un patrimonio compartido que hace posible la accesibilidad para las generaciones futuras.

Empoderamiento económico y sustentabilidad
Nuestras herramientas ayudan a los residentes a mantener costos de vida más bajos, y ayudan a desmitificar los tecnicismos financieros. Con apoyo y orientación, todos los residentes deberían poder acceder y administrar sus finanzas, al igual que tomar decisiones informadas acerca de su costos operativos.

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Teoría del cambio:

El control comunitario democrático es la herramienta que nos permite crear viviendas seguras y accesibles para todos. Esto garantiza que las personas más afectadas por las decisiones sobre las viviendas, uso de la tierra, y desarrollo tengan la oportunidad de opinar sobre cómo se ven y se administran sus comunidades. Las cooperativas HDFC, los fideicomisos de tierras comunitarias, y las asociaciones de inquilinos, son estrategias para el control comunitario democrático.

UHAB fue creada en 1973 durante el movimiento de vivienda de autoayuda. Nos esforzamos por aprender las lecciones de este movimiento tan vibrante – que las personas pueden administrar sus propias viviendas accesibles, de manera colectiva, para fortalecer sus vecindarios – y organizar a los neoyorquinos de bajos ingresos para el control comunitario democrático. Las personas de color han utilizado el control comunitario democrático durante décadas para mejorar sus viviendas frente a la discriminación presente en las viviendas, la gentrificación, y el desplazamiento. UHAB busca construir poder en las comunidades de inquilinos y cooperativas, para que puedan continuar construyendo justicia racial, social, económica, y ambiental a través de la cooperación.